Hernia discal

HERNIA/PROTUSIÓN DISCAL

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Los discos intervertebrales son estructuras esponjosas de cartílago parecidas a unas almohadillas redondas que se asientan entre las vértebras espinales (hueso) de la columna. Su función es la de amortiguar las fuerzas de compresión que se producen y permitir movimiento en toda la columna vertebral.


La hernia discal puede ocurrir en cualquier lugar de la columna vertebral, aunque es más común en la zona lumbar.

En la zona lumbar hay 5 vértebras, separadas entre sí por 5 discos intervertebrales. Cada vértebra tiene un cuerpo (un área circular grande en la parte anterior) y unas protuberancias óseas con agujeros por la parte posterior que unidas con las vértebras superiores e inferiores forman un hueco por toda la columna vertebral por donde pasa la médula espinal.


El disco intervertebral está formado en el centro por el núcleo pulposo y es rodeado por el anillo fibroso. Este núcleo pulposo es el que se puede herniar debido a una pared (anillo fibroso) débil y degenerada. Si el disco se hernia demasiado, puede generar presión sobre la médula espinal que pasa por detrás de los discos y los cuerpos vertebrales, que es al final lo que va a generar el dolor y otros síntomas en las piernas.


ATENCIÓN: El contenido de esta página tiene sólo fines meramente informativos. Recomendamos la visita a un profesional antes de comenzar la rehabilitación.


  • ¿Por qué se produce?

    Se trata principalmente de una lesión por sobreuso. Flexionar la columna vertebral (inclinarte hacia delante) para coger un objeto pesado, perticularmente en actividades como el levantamiento de pesas, incrementa la presión sobre los discos intervertebrales. Este tipo de estrés puede causar que se deteriore el anillo fibroso que rodea el disco, produciendo una protusión en el disco que puede presionar sobre los nervios que pasan cerca de la columna y esto podría generar el dolor lumbar o ciática. Además, otras causas de la ciática podría producirse por el síndrome del piramidal.

  • ¿Cuáles son los signos y síntomas?

    El dolor lumbar es extremadamente común, pero si además tienes un dolor punzante en la parte de atrás de una pierna o notas hormigueo, entumecimiento o debilidad en tus piernas, podrías tener también ciática (esto ocurre normalmente sólo en una pierna). 


    Symptoms will depend on which disc is injured. They include back pain, leg pain, neural symptoms as well as bowel and bladder problems. Most (90%) of lumbar spine herniations occur at either L4/L5 or L5/S1. Where the herniation and so spinal cord compression occurs, dictates the symptoms the individual will feel. In most cases, some degree of lower back pain will be felt and this may be accompanied by:


    Leg pain


    In the L5/S1 disc herniation, the pain is often felt down the back of the leg, often as far as the foot (see sciatica).

    With L4/L5 herniations the pain may be felt more on the outside of the leg and down into the shin or top of the foot.

    L3/L4 herniations often produce pain on the outer hip and round onto the front of the thigh.

    Neural symptoms


    Neural symptoms are those produced b a nerve and include tingling, numbness, and weakness. These symptoms are common in those with a slipped disc and tend to be in the areas described above, in line with areas of pain.

    Weakness in the foot is especially common, with difficulty lifting the foot (known as foot drop) often reported in those with L4/L5 herniation.

    Pain patterns


    Pain often occurs after a relatively simple movement, such as bending over to pick up something light off the floor.

    It is often aggravated by sitting, bending, lifting and coughing or sneezing.

    It is often eased by lying down, especially on the unaffected side and maybe at its best first thing in the morning.

    Bladder/Bowel Symptoms


    If there are any symptoms of a loss of bladder or bowel control then this should be treated as a medical emergency.

    It could be a condition known as Cauda Equina Syndrome which is a serious condition as it may result in permanent loss of bladder or bowel control and paralysis in the lower body.

    Seek medical attention immediately.

  • ¿Cómo se diagnostica la lesión?

    Si crees que tienes alguna protusión/hernia discal la mejor opción es visitar a tu médico. Éste te realizará una diagnosis a través de tu sintomatología y una exploración física para determinar qué tratamiento necesitas. También puede necesitar una imagen de Rayos-X, RM o TAC para confirmar el diagnóstico.

  • ¿Cuál es el tratamiento inicial?

    En muchos casos, una protusión o hernia discal en la zona lumbar se recuperará con un tratamiento conservador. Inicialmente, éste implica reposo y la administración de antiinflamatorios o AINES.


    - Detén la actividad deportiva, pero continúa con tus actividades diarias normales si el dolor te lo permite. Si el dolor es severo, puede que necesites descansar en cama 1-2 días.


    - Aplica calor para aliviar la musculatura de la espalda. 


    - Si no funciona lo anterior, visita al médico. Si notas entumecimiento, hormigueo o pérdida del control del intestino o la vejiga, debes pedir atención médica urgente ya que podría tratarse de una urgencia médica conocida como cauda equina o cola de caballo.


    La fisioterapia puede ayudar cuando el dolor no es tan agudo, con el uso de suaves movilizaciones y ejercicios físicos. 


    En los casos más severos donde no se mejora de forma natural, pueden probarse las infiltraciones con corticoesteroides.


    Las terapias de tracción a menudo ayudan a las personas con hernia de disco, aunque en algunos casos tras un alivio inicial del dolor después del tratamiento suele existir un incremento del dolor.

  • ¿Cuál es el tratamiento con el médico?

    El médico en primera instancia podrá prescribirte medicación para relajar la musculatura y reducir el dolor y la inflamación. No obstante, en caso de no obtenerse mejoras, podría recomendarse la cirugía.

  • ¿Cuál es el tratamiento con el fisio/entrenador?

    El trabajo con el fisioterapeuta y con el entrenador se centrará en:

    • Agilizar los procesos de reparación de los tejidos dañados.
    • Reducir el dolor.
    • Aumentar el rango de movimiento de la articulación afectada.
    • Aumentar la propiocepción y estabilidad de la articulación afectada.
    • Aumentar el tamaño, la fuerza y la flexibilidad de los músculos de la articulación afectada.
    • Enseñar las pautas para prevenir recidivas de la lesión.
    • Mejorar la condición física general a niveles superiores a los del momento de la lesión.
  • ¿Qué complicaciones suelen haber?

    En los casos donde los síntomas no mejoran con medicación ni infiltraciones, puede plantearse la posibilidad de cirugía. Existen dos procedimientos:


    - Microdiscectomía: Se elimina sólo la porción del disco herniado, dejando el resto intacto. En la mayoria de casos, esto es exitoso aunque los pacientes pueden padecer otros episodios en el futuro. La cirugía se suele realizar de forma ambulatoria y se puede volver a hacer vida normal en 1-3 semanas.


    - Discectomía completa: En pacientes donde la hernia tiene un pronóstico muy complicado o se repite la herniación, se suele realizar la eliminación completa del disco mediante cirugía y se fusionan las vértebras superior e inferior.

  • ¿Cuánto dura la recuperación completa?

    La recuperación va a durar entre unas pocas semanas y varios meses dependiendo de cómo responda la lesión al tratamiento. 


    Una protusión discal en muchos casos se puede recuperar espontáneamente en el plazo de 6-8 semanas


    La cirugía no se requiere en la mayoría de casos, pero en caso de que así sea, necesitarás un período de 1-3 semanas (microdiscectomía) o de 3-6 meses (discectomía completa) para volver a entrenar o practicar deporte.

  • ¿Qué pasa si sólo hago reposo?

    Las hernias discales que no se tratan:

    • Pueden generar dolor crónico.
    • Pueden provocar una reducción crónica importante en los niveles generales de actividad física.
    • Puede provocar que nunca vuelvas a practicar el deporte que te gusta.
    • Pueden provocar una pérdida de fuerza, masa muscular y estabilidad en la zona del tronco y otras estructuras.
    • Puede aumentar el riesgo de que aparezcan otras hernias en otros discos intervertebrales.
  • Pautas iniciales

    - Detén la actividad deportiva, pero continúa con tus actividades diarias normales si el dolor te lo permite. Si el dolor es severo, puede que necesites descansar en cama 1-2 días.


    - Aplica calor para aliviar la musculatura de la espalda. 


    - Si no funciona lo anterior, visita al médico. Si notas entumecimiento, hormigueo o pérdida del control del intestino o la vejiga, debes pedir atención médica urgente ya que podría tratarse de una urgencia médica conocida como cauda equina o cola de caballo.


    - Cuando los síntomas mejoren, tu médico puede aconsejarte la visita al fisioterapeuta. 


    - La electroterapia ayuda a reducir la inflamación local.


    - El fisioterapeuta debería realizarte un estudio completo de la columna vertebral y la pelvis.


    - Las terapias manuales y de tejidos blandos ayudarán a aliviar los síntomas.


    - La aplicación de una faja abdominal ayudará a reducir la carga sobre la columna.


    - Intenta volver a realizar tus actividades normales del día a día tan rápido como te sea posible para recuperar tu función física normal.


    - Comienza un programa de ejercicios con tu fisioterapeuta y entrenador personal específico para eliminar el dolor, reestablecer tu función física y prevenir el dolor en el futuro.

  • Ejercicios para hernias discales

    Haz click aquí para acceder al programa de ejercicios para hernias discales.


    Si no estás registrado, solicita ayuda aquí.

ATENCIÓN: El contenido de esta página tiene sólo fines meramente informativos. Recomendamos la visita a un profesional antes de comenzar la rehabilitación.

Proceso óptimo de la recuperación de la lesión:

Fase de lesión (24-48 h)

Si crees que tienes una protusión/hernia discal, debes:

- Detener la actividad

- Reposo

- Aplicar calor local

- Visitar a tu médico en caso de no mejorar en 1-2 días.

Fase de recuperación

Si no necesitas cirugía, tu médico puede prescribirte medicación y aconsejarte reposo.


Si la lesión mejora con el reposo, tu médico puede derivarte al fisioterapeuta para comenzar la rehabilitación.


Si la lesión no responde favorablemente, tu médico podría recomendarte cirugía para reparar el tejido dañado.

Fase de rehabilitación

Mediante la fisioterapia acelerarás el proceso de curación del tejido y comenzarás a mejorar la fuerza, la propiocepción y la movilidad de tu core.


Cuando el fisioterapeuta lo considere oportuno, te derivará al entrenador personal para comenzar la readaptación funcional.

Fase de readaptación funcional

El entrenador personal cumple un papel clave para recuperar de forma óptima la lesión y evitar una recaída de ésta en el futuro. Con el entrenador mejorarás tus cualidades físicas desde un punto de vista más intenso, más funcional y mucho más específico basado en tu estilo de vida y te preparará para volver a practicar ejercicio o tu deporte preferido con garantías de no empeorar o volverte a lesionar.


Con la ayuda de tu entrenador finalizarás el proceso de recuperación de la lesión y, cuando éste lo considere oportuno, te permitirá volver a realizar tus actividades y/o deportes que practicabas previamente a tu lesión.

Fase de reentrenamiento/prevención

Finalizado el proceso de la lesión, tu entrenador personal te podrá dar las pautas necesarias para mantener en el futuro las mejoras conseguidas hasta ahora y mantener a raya el riesgo de lesión (prevención de recidivas).


También puedes pedir a tu entrenador que siga trabajando contigo tu forma física para mejorar tu salud general o tu rendimiento en algún deporte que practiques.

Nuestros Programas de Recuperación Funcional


Elige el programa de recuperación que mejor se adapte a tu situación:

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Ideal si todavía no has empezado a tratar tu lesión


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