Los trabajos por turnos (administración, servicios 24 horas, emergencias, etc) se asocian con un aumento del índice de masa corporal, prevalencia de obesidad, incremento de riesgo cardiovascular, patologías raquídeas y otros problemas de salud. Este tipo de ocupaciones suelen reducir la oportunidad de hacer actividad física y la participación en deportes, agravando la situación.  Especialmente el trabajo por turnos nocturnos (por ejemplo el trabajo de 12 horas diurnas/nocturas) en servicios vitales o de emergencias donde se trabaja las 24 horas provoca un incremento del riesgo de padecer insomnia, fatiga crónica, ansiedad, depresión, efectos cardiovasculares y gastrointestinales adversos así como algunos aspectos relacionados con la disfunción reproductiva en la mujer. Además, este tipo de trabajo tiene una alta interferencia social para la realización de actividad física y puede alterar fisiológicamente las respuestas metabólicas a la hora de realizar ejercicio (p. ej. se produce un cambio en el uso relativo de los sustratos energéticos) además de afectar a la tolerancia al ejercicio en un momento concreto del día (p. ej. cambios en RPE o percepción de esfuerzo), y esta última cuestión podría reducir la adherencia al ejercicio en las personas con estos tipos de trabajo. Recomendamos encarecidamente a esta población la realización de actividad física durante el tiempo libre semanal entre los turnos de trabajo y la ingesta de una dieta adecuada y equilibrada a sus requerimientos energéticos. Atkinson, G. et. al., Exercise, energy balance and the shift worker. Sports Med. 2008; 38(8): 671-685.